En cierta ocasión, durante una charla que di ante un grupo de profesionales, me hicieron esta pregunta:
¿Qué es lo más importante que ha hecho en su vida?
En mi calidad de Ingeniero de Sistemas, sabía que los asistentes deseaban escuchar anécdotas sobre mi trabajo y así respondí:
“Lo más importante que he hecho en mi vida tuvo lugar el 9 de mayo 2000…”
Comencé el día jugando tennis con un amigo al que no había visto en mucho tiempo. Entre jugada y jugada me contó que su esposa y él acaban de tener un bebé. Mientras jugábamos llegó el padre de mi amigo, que consternado, le dijo que al bebé se lo habían llevado a la emergencia del hospital.
En un instante mi amigo subió al carro de su padre y se marchó. Yo, por un momento, me quedé donde estaba, sin saber que debía hacer.
¿Seguir a mi amigo al hospital?
Mi presencia allí, me dije, no iba a servir de nada, pues la criatura estaba al cuidado de los médicos y de las enfermeras y nada de lo que yo hiciera o dijera iba a cambiar las cosas.
¿Brindarle mi apoyo moral?
Eso quizás, pero tanto él como su esposa, provenían de familias numerosas, y sin duda alguna, estarían rodeados de parientes que le ofrecerían el apoyo necesario. Lo único que haría yo sería estorbar. Así que decidí ir mas tarde al hospital a visitar a mi amigo.
Al poner en marcha mi automóvil, me percaté que mi amigo había dejado su automóvil con las llaves puestas, estacionado junto a las canchas. Decidí, pues, cerrar el automóvil e ir al hospital a entregar las llaves.
Como supuse, la sala estaba llena de familiares. No tardó mucho en presentarse un médico, que se acercó a la pareja, y en voz baja, les comunicó que su hijo había fallecido. Los padres se abrasaron y lloraron, mientras todos los demás los rodeamos en medio del silencio y el dolor.
Al verme, mi amigo, se refugió en mis brazos y me dijo: “Gracias por estar aquí…”
Durante el resto de la mañana permanecí sentado en la sala de emergencia del hospital viendo a mi amigo y a esposa sostener en sus brazos a su bebé y despedirse de él.
“Esto es lo mas importante que he hecho en mi vida y aquella experiencia me ha dejado tres enseñanzas:
1ra. Lo mas importante que he hecho en mi vida ocurrió cuando no había absolutamente nada que yo pudiera hacer. Nada de lo racional que aprendí en la universidad, ni en el ejercicio de mi profesión, me sirvió en tales circunstancias. A dos personas le sobrevino una desgracia y lo único que pude hacer fue acompañarles y esperar, pero estar allí, era lo principal…
2da. Aprendí que por aprender tanto a pensar, casi me olvido de sentir…
3ra. Aprendí que la vida puede cambiar en un instante. Así pues hacemos planes y concebimos nuestro futuro como algo real y olvidamos que perder el empleo, sufrir una enfermedad grave o un accidente y muchas otras cosas mas, pueden alterar ese futuro en un abril y cerrar de ojos.
Desde aquel día busqué un equilibrio entre el trabajo y la vida. Aprendí que ningún empleo compensa perderse unas vacaciones, romper el matrimonio, pasar un día festivo fuera de la familia. Y aprendí que lo mas importante en la vida no es ganar dinero, ni ascender en la escala social, ni recibir honores…
“Lo más importante en la vida es el tiempo que dedicamos a cultivar una amistad”.
POR ESO A DIOS LE AGRADEZCO
Por mis hijos que no limpian ni recogen sus cuartos, pero están viendo la televisión porque significan que están en casa y no en la calle
Por mi sueldo porque significa que estoy trabajando.
Por el desorden que tengo que limpiar después de una fiesta, porque significa que estuvimos rodeados de seres queridos.
Por la ropa que me queda un poco ajustada porque significa que tengo mas que suficiente para comer.
Por mi sombra me ve trabajar porque significa que puedo salir al sol..
Por la grama que tengo que cortar, ventanas que necesito lavar, tuberías que necesito arreglar, porque significa que tengo una casa.
Por las quejas que escucho acerca del gobierno, porque significa que hay libertad de expresión.
Porque no encuentro estacionamiento porque significa que tengo automóvil.
Por los gritos de los niños porque significa que puedo oír.
Por la ropa que tengo que lavar y planchar porque significa que me puedo vestir.
Por el cansancio al final del día, porque significa que fui capaz de trabajar fuerte.
Por el despertador que suena muy temprano en las mañanas, porque significa que ¡ESTOY VIVO!
Finalmente por la cantidad de mensajes que recibo porque significa que tengo amigos y amigas que piensan en mi.
sábado, 26 de septiembre de 2009
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