Desde la Antigüedad
La celebración del Año Nuevo es una de las más
antiguas y universales de las festividades. Desde hace miles de años y en
todos los rincones de la tierra se celebra el advenimiento del Año Nuevo
con ritos, cábalas, tradiciones y leyendas para todos los gustos, desde
amarres para el amor, hasta los viajes y mejoras económicas, aunque
obviamente las fechas varían de acuerdo a las culturas y regiones.
Hace aproximadamente 4.000 años atrás, los babilonios
fueron los primeros en convertir el Año Nuevo en un ciclo festivo que duraba 11
días y que se celebraba al comienzo de la primavera. El inicio dependía de cada
ciudad pero generalmente coincidía con la aparición del cuarto creciente lunar.
Los egipcios celebraban el fin de año con el comienzo
de la crecida del río Nilo y la preparación de las tierras para la siembra, mientras
que los romanos también hacían coincidir la celebración con la llegada de la
primavera y lo festejaban el 25 de marzo.
Pero fue el emperador Julio César el que cambió la
fecha al primero de enero, primer día del mes dedicado al Dios Jano. Esto fue
confirmado en las adaptaciones que hizo el Papa Gregorio XIII, y es el
calendario que rige en nuestros días.
Esta
festividad es hoy una exaltación de unidad familiar, donde las personas se
reúnen para compartir en la mesa con un plato especial y practicar algún rito
que conmemore la ocasión.
Tradiciones y Cábalas
Aunque la superstición es criticada como señal de
ignorancia, estas costumbres son comúnmente muy bien aceptadas por la sociedad.
Además, le agrega mucho humor y entretención, risas y buen ánimo para iniciar
un nuevo año.
Tradiciones, ritos y
cábalas para esperar y celebrar el nuevo año, se remontan a todas las épocas y
culturas. La gente se prepara para comenzar un nuevo ciclo de su vida. Quiere
dejar atrás todo lo malo y recomenzar una nueva era.
Existe una lista interminable: esperar las doce de la noche comiendo con
la mano izquierda tres cucharadas de lentejas cocidas sin sal. 12 uvas: una por
cada campanazo de las 12.
Esperar esta fecha con calzones amarillos para la fortuna y rojos para el
amor. Ojalá ponerse ambos simultáneamente y al revés. Vestir de blanco, porque
es purificador y atrae todo los colores. Poner dinero dentro del zapato para
gozar de éste mismo durante el año. Una maleta, con la cual hay que dar la
vuelta manzana para viajar en el período que sigue.
Poner dentro de la copa de champagne un anillo de oro para tener dinero.
Fuera de todo estas tradiciones tan conocidas y que hacen parte de lo
personal, las hay con las relacionadas con el hogar. La tradición ordena
limpiar de cada rincón. Ojalá esparcir sal gruesa en el suelo y barrer
vigorosamente hacia el exterior para sacar toda la suciedad y con ello
las malas vibras.
Hay que escribir en un papel los malos momentos vividos, y quemarlos al
iniciarse la medianoche. Hay lugares en donde se hacen muñecos que representan
todo lo malo y luego a las 24:00 horas se queman. Empezar un año nuevo sin
dejar nada atrás. Todo debe de ser limpieza, pureza, transparencia. Botar todo
lo viejo- como ropa que no usamos- para que no ocupen lugar.
Recomendamos regalar cosas en buen estado a gente más necesitada. En suma:
empezar de cero. Pedir por las cosas nuevas, pensar positivo, en que el nuevo
año nos deparará todo lo deseado y lo que nos fue esquivo en el anterior. Hacer
fuerza y vendrá.
Las
Doce Uvas:
Cuenta la tradición
de que en el sitio que ocupará cada comensal, se coloca previamente un pequeño
frutero o copa con 12 uvas y de acuerdo con el ritual, se debe comer antes
de la media noche, una uva por cada una de las 12 campanadas del reloj y
pedir un deseo distinto en cada bocado. A esto le sumamos repetir en voz
alta o mentalmente la frase “Voy a ser feliz este año” junto a cada una de
las doce campanadas, el ritual se nos pone más interesante.
Idealmente las uvas
deben ser seis verdes y seis moradas. De esta forma, los anhelos, aspiraciones
y sueños se harán una feliz realidad… por lo menos eso dicen las tradiciones.
Las uvas, simbolizan
tus deseos y proyectos para los 12 meses del año que inicia. Se considera doce
uvas por los meses del año aunque es una cifra cabalística que se remonta a los
hebreos (doce tribus de Israel) y fue adaptada por los cristianos (doce
apóstoles).
También
cuentan que sentarse y volverse a parar con cada una de las doce campanadas,
trae matrimonio.
Comer Lentejas:
Las lentejas tienen
que ver con la abundancia, la prosperidad y la economía en todo el año. Cómete
tres cucharadas de lentejas cocidas sin sal, dentro de los primeros
minutos del nuevo año para tener prosperidad.
Ropa Amarilla:
Usar ropa interior
amarilla es quizás, junto con las doce uvas, una de las costumbres más
populares. No es raro ver las prendas de ropa interior amarilla en todas las
tiendas, en la calle. El color amarillo busca atraer las buenas energías para
el año entrante. La ropa interior amarilla la noche de fin de año, es
indicada para asegurar felicidad, buenos momentos y que no falte la riqueza.
Mejor usarla por el revés y cambiarla al derecho después de medianoche. Mucho
mejor si son regalados en el caso de los calzones.
Ropa Roja o Listón Rojo:
Equivale a atraer el amor y la pasión. Ponte unos calzones rojos o un listón rojo amarrado a la cintura bajo la ropa, para que el año nuevo esté lleno de amor y deseo.
Ropa blanca:
Se relaciona con
alejar las enfermedades y atraer la buena salud. Vístete de blanco para recibir
el año nuevo.
Ropa nueva:
Implica que en todo
el año no te faltará ropa nueva. Procura estrenar alguna prenda para recibir el
año.
Cambio de prenda:
Corresponde
a fortalecer la relación con tu pareja. Si tienen algunos problemas,
intercambien una prenda que traigan puesta, así sus destinos estarán
completamente ligados en el año.
Dinero dentro de los zapatos:
Hay quienes para
garantizar la disposición de dinero reciben el año con un manojo de billetes
entre sus manos. Recibir el año nuevo con dinero dentro de los zapatos: trae
prosperidad económica. Recibe el año con una moneda en el zapato o de
preferencia un billete en un bolsillo. Cuentan además que colocar un anillo de
oro en la copa de champaña con la que se hará el brindis: te asegurará que no
falte el dinero.
Monedas doradas:
Si quieres que no te
falte dinero el año entrante, coloca en un monedero rojo 13 monedas doradas y
tenlo contigo durante toda la cena.
Monedas:
Se refiere a la
buena fortuna y prosperidad. Guarda 12 monedas con la misma denominación y
durante la llegada del año nuevo lánzalas al cielo.
Cocinar un pescado sin quitarle las
escamas:
Para asegurarte
buenos tiempos financieros (quien la coma tendrá tanto dinero como escamas haya
comido).
Espigas:
El uso de espigas
para adornar la casa traerá paz y buena suerte para los miembros del hogar.
Repartir espigas de trigo es símbolo de la abundancia. Lo ideal es repartirlas
entre todos los participantes de la celebración de fin de año (que todos las
tengan en las manos a la medianoche) y también esparcirlas por la casa.
Quemar
al muñeco “viejo”, para desprenderse de las cosas malas del año que termina es
una costumbre derivada de los rusos donde, como es de suponer, las fogatas son
bienvenidas en el frío invierno que desciende a temperaturas bajo cero.
Es
necesario hacer un muñeco con la ropa vieja. Se le puede poner en el bolsillo
una lista con todas las cosas malas del año que quieren eliminarse. Hay que
ponerlo en un lugar sin riesgos de incendio. A medianoche se le prende fuego.
Salir con una maleta a dar vuelta por la
cuadra:
Si
quiere que el próximo año le traiga viajes, debe tener lista una maleta, puede
estar vacía, y dar una vuelta por la calle con ella.
Abrazo y beso:
Representa
el amor y la compañía de la pareja. Abraza y besa a tu pareja para asegurarte
que el año estará lleno de romance.
Agua:
Simboliza
expulsar de tu vida las lágrimas, las penas y la negatividad. Tira un vaso de
agua desde la casa hacia la calle.
Escoba:
Simboliza
expulsar de tu casa las malas vibras, las penas y la negatividad. Barre con una
escoba desde la puerta de la casa hacia la calle.
Foto con cinta:
Si
quieres que cierta persona te dé su amor, amarra con una cinta roja una
foto suya y duerme esa noche con ella bajo tu almohada.
Lista de deseos:
Para
que todos tus sueños se hagan realidad, haz una lista de anhelos y soluciones a
tus problemas, dobla el papel y ábrelo a las 12 de la noche.
Luces prendidas:
Se
relaciona con que tu hogar irradie prosperidad y éxito todo el año. Recibe el
año con todas las luces de la casa encendidas.
Mesa decorada:
Poner
tu mejor mantel, vajilla y copas corresponde a la prosperidad. Tener algo
dorado en la mesa es para que no falte el dinero. Las velas color rojo
equivalen a que no falte el amor en la familia.
Siéntate y párate:
Si
lo que quieres es atraer el matrimonio, siéntate y párate en cada una de las 12
campanadas del reloj.
Velas:
También
es frecuente el uso de una vela encendida para recibir el año y garantizar
armonía y paz en el hogar. De acuerdo a sus colores, las velas atraen distintas
energías entre tus seres queridos: azules paz; amarillas abundancia; rojas
pasión; verdes salud; blancas claridad y anaranjadas inteligencia. Deben estar
encendidas a la media noche, hasta que se consuman por completo.
Silla o escalera:
Para
que el próximo año sea de continuo ascenso, súbete en una silla o en una
escalera.
Vino espumoso:
De
bebida es necesario que haya un vino espumante, porque las burbujas que se
forman al momento de servirlo son las de la felicidad que vas a tener todo el
año.
Lavarse las manos con champaña y azúcar:
Para
tener dinero, a las 12 de la noche, se meten las manos a una fuente con azúcar.
Luego se lavan con champaña.
Piedras:
En
muchos hogares se escogen tres pequeñas piedras que simbolizan salud, amor y
dinero.
Purificar el alma:
Darse
un baño de esencias para purificar el alma y recibir el año ligero, se ha
puesto de moda con la entrada del nuevo milenio. Existe diversidad de aromas
para cada caso y los más recomendados son: mandarina para la prosperidad y el
dinero, rosas para el amor, y sándalo para limpiar las energías negativas.
Quema de Monigotes:
Quemar
al muñeco de “Año Viejo”, para desprenderse de las cosas malas del año que termina es
una costumbre derivada de los rusos donde, como es de suponer, las fogatas son
bienvenidas en el frío invierno que desciende a temperaturas bajo cero.
En
caso de que alguno de estos rituales, cábalas, tradiciones y supersticiones no
te funcionen, ¡siéntete bien!, por lo menos habrás hecho ejercicio, quemado calorías,
cambiado de menú, estrenado nueva ropa, habrás tenido una casa limpia y
habrás pasado una noche alegre y positiva. Básico,
en todo caso, es tener fe en lo que estás haciendo hoy, mañana y siempre y no
olvides nunca de que la fe mueve montañas.
Para
terminar, se sugiere rezar a medianoche, “por
ti mismo, por tus seres queridos, por la humanidad, por el planeta y el universo
entero”, y que además des las gracias por todos los dones y favores que
recibiste durante el año que se acaba.
Siempre
que exista fe y buena voluntad se pueden hacer todos los ritos existentes para
atraer la energía positiva. Claro, definitivamente esta práctica no garantiza
que nuestros deseos se cumplan, pero si nos garantizan un excelente ánimo para
comenzar un nuevo año con buen pie, optimismo, alegría y buena onda.