martes, 31 de enero de 2012

El triple filtro de Sócrates


- ¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo?
- Espera un minuto – replicó Sócrates. Antes de decirme nada quisiera que pasaras un pequeño examen.  Yo lo llamo el examen del triple filtro.
- ¿Triple filtro?
-Correcto - continuó Sócrates.  Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir.  Es por eso que lo llamo el examen del triple filtro.  El primer filtro es la verdad.  ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?
- No -dijo el hombre- realmente solo escuché sobre eso y…
- Bien -dijo Sócrates.  Entonces realmente no sabes si es cierto o no.
- Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el filtro de la bondad. ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?
- No, por el contrario…
- Entonces, deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto.
- Pero podría querer escucharlo porque queda un filtro: el filtro de la utilidad.  ¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo?
- No, la verdad que no.
- Bien -concluyó Sócrates-, si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno, e incluso no es útil ¿para qué querría saberlo?
Usa este triple filtro cada vez que oigas comentarios sobre alguno de tus amigos cercanos y queridos…
La amistad es algo invaluable, nunca pierdas un amigo por algún mal entendido o comentario sin fundamento

domingo, 29 de enero de 2012

Vivir y Perdonar


Una mañana un joven recibió una llamada de su ex-novia, en la cual le decía… Yo también sentí lo mismo que tu anoche sentistes... Te espero dentro de una hora en el parque… Junto al pequeño muelle del lago.  El puso el teléfono en su lugar y su impresión fue un poco aterradora, ya que un día antes había soñado a su ex novia, con la cual había quedado en malos términos y por rencores y orgullos ambos perdieron la comunicación de pareja y amistad.  Tomó una ducha, se arregló y pensó en decirles a sus amigos que ella le había llamado, pero prefirió dejarlo en privacidad… Total, era el momento para que ambos volvieran a cruzar palabras, ya que el orgullo no debe ser eterno, ni mucho menos un castigo en juicio….

El joven se dirigió al parque, se acercó al pequeño muelle y se sentó, observando y pensando que iba a pasar, que le diría su ex novia? de que iba hablar? Miraba a la gente pasar y entre esa gente la vio, su ex novia se acercaba a el de forma misteriosa… la vio extraña, vestía totalmente diferente!  No vestia sus ropas frecuentes, ahora vestía un vestido blanco.... que hacía ver en su rostro una extraña palidez, su mirada reflejaba una paz inmensa, lucía tan hermosa.  Era como si destellara rayos de luz…… vestía unos zapatos impecablemente limpios del mismo color del vestido.....  El intentó decirle hola pero ella le dijo…  Caminemos…. 

Ella comenzó la conversación.....  He sabido que has estado triste y que has tenido muchos problemas..... Te he soñado llorando... te he escuchado gritar afuera de mi casa… Y no me acercaba a ti, debido a las circunstancias, debido a tontos orgullos, yo se que tú no querías saber nada de mi… Y no te culpo… Ambos nos lastimamos demasiado, nos hicimos mucho daño y logramos alejarnos…. No vengo a discutir... No vengo a pedirte perdón..... Solo he venido a decirte que aunque las cosas no se arreglaron en su debido momento …… Yo creo que nunca es tarde....... Sabes?  Esperé a que tú me llamaras, para poder platicar… Pero tu llamada nunca llegó…. 

El esperarte... el pensar en ti… Borró mi apetito... Se robó mis días de sol… y me fue venciendo poco a poco…. Sin embargo guarde Fe… y dije "el llamará"…. Mas nunca lo hiciste…. No te culpo pero si te comprendo…. Se lo que sentiste anoche… se lo que te pasó, yo también lo sentía en ese momento, pero con mucho más dolor… Grité tu nombre mil veces…y grité mil veces perdón. Que lástima que no me hayas escuchado… Que lástima que no me hayas llamado…Pero sabes amor? creo que nunca es tarde para perdonar y si te pedí que vinieras al parque fue para entregarte esto….

Ella le entregó en sus manos una cruz, la cual era símbolo del amor de los dos… Esta cruz es mi cuerpo... esta cruz es quien soy… Te amo y quiero que la conserves contigo por el resto de tu vida…. El se quedó sin palabras mientras gruesas lágrimas resbalaban por sus mejillas…. La gente lo miraba y lo señalaban....alguien le preguntó…. Joven está usted bien? Y él respondió… Si por qué?  Lo veo caminar y lo veo llorar... Le sucede algo?…. Nada, gracias, simplemente estoy conversando con ella… La persona que preguntó se retiró extrañada del lugar… 

El acompañó hasta su casa a su ex novia, ella le pidió que por favor la esperara afuera y el accedió… ella nunca lo hacia esperar en el patio… Se quedó 10 minutos esperando… y no regresaba.  De pronto escuchó voces y vio salir de la casa a los amigos de ella, todos con cara triste y ojos llorosos… Lo abrazaron y le dijeron… Se nos fue, se nos fue…

Una extraña sensación recorrió todo su cuerpo y entró corriendo a la casa, entró a la recamara de su ex novia...  En ella se encontraba la mamá de ella… abrazada del cadáver de la chica el cual reflejaba en su rostro una profunda tristeza …. El joven con llanto y un nudo en la garganta… Le preguntó a la Sra.… Qué sucedió?  Dígame que sucedió?  Dice el doctor que murió de tristeza…  Ella dejó de comer... dejó de reír….  No sabemos si el desamor la alejó de todo...  No sabemos si el sentimiento de culpa la hizo infeliz…

Te ha dejado esta carta! le dijo....  él comenzó a leer...  Sabes amor? Yo también sentí lo mismo que tú…. El aire empieza a faltarme, intento gritar pero no puedo.  Luces blancas iluminan mi recamara… me voy para siempre amor.... Gracias por haber ido al Lago… gracias por estar aquí… Aunque en vida no me pudiste perdonar… Se que ahora lo harás frente a mi..... El miró el cadáver…Y solo dijo:  Perdóname tú a mí....

"En el amor, en la amistad, en la familia… no dejemos entrar sentimientos mezquinos en nuestro corazón, como lo son el rencor, el odio, el orgullo, la ira, etc....  aprendamos a perdonar y a pedir perdón.  No dejemos que mañana sea demasiado tarde… Mírense a los ojos… y sientan lo bello que es "vivir y perdonar"

sábado, 21 de enero de 2012

domingo, 15 de enero de 2012

sábado, 14 de enero de 2012

El Pan Quemado



Después de un largo y duro día en el trabajo, mi mamá puso un plato de salchichas y pan tostado muy quemado frente a mi papá.

Recuerdo estar esperando ver si alguien lo notaba.

… Sin embargo, aunque mi padre lo notó, alcanzó un pan tostado, sonrió a mi madre y me preguntó cómo me había ido en la escuela.

No recuerdo lo que le contesté, pero sí recuerdo verlo untándole mantequilla y mermelada al pan tostado y comérselo todo.

Cuando me levanté de la mesa esa noche, recuerdo haber oído a mi madre pedir disculpas a mi padre por los panes tostados muy quemados.

Nunca voy a olvidar lo que le dijo:
"Cariño no te preocupes, a veces me gustan los panes tostados bien quemados."
Más tarde esa noche, fui a dar el beso de las buenas noches a mi padre y le pregunté si a él le gustaban los panes tostados bien quemados.

Él me abrazó y me dijo estas reflexiones:
"tu mamá tuvo un día muy duro en el trabajo, está muy cansada y además – un pan tostado un poco quemado no le hace daño a nadie"…….

La vida está llena de cosas imperfectas y gente imperfecta. Aprender a aceptar los defectos y decidir celebrar cada una de las diferencias de los demás, es una de las cosas más importantes para crear una relación sana y duradera.

Un pan tostado quemado no debe romper un corazón.

La comprensión y la tolerancia es la base de cualquier buena relación.

Sé más amable de lo que tú creas necesario, porque todas las personas, en éste momento, están librando algún tipo de batalla. Todos tenemos problemas y todos estamos aprendiendo a vivir y lo más probable es que no nos alcance la vida para aprender lo necesario

El camino a la felicidad no es recto.
Existen curvas llamadas EQUIVOCACIONES,
existen semáforos llamados AMIGOS,
luces de precaución llamadas FAMILIA,
y todo se logra si tienes:
Una llanta de repuesto llamada DECISION,
un potente motor llamado AMOR,
un buen seguro llamado FE,
abundante combustible llamado PACIENCIA,
pero sobre todo un experto conductor llamado DIOS!!!

Cargar el Venado


Estaba un hombre a la orilla del camino sentado en una piedra, bajo la sombra de un frondoso árbol; se le miraba triste y meditando cabizbajo.
Casi, casi a punto de soltar el llanto. Así lo encontró su compadre y amigo de toda la vida, quien al verlo en semejante situación, le preguntó cuál era el motivo para estar en una situación tan desesperante.

- Compadre, ¡¡la desconsiderada es mi mujer!! Ella es la culpable de mi situación. Esta noche la desaparezco; pero que se muere, se muere.

- No diga eso compadre, mejor dígame por que la quiere matar; a lo mejor yo puedo ayudar a encontrar una mejor solución al problema.

El compadre después de respirar profundo y conseguir la calma, empezó su relato: Mire compadre, usted sabe que somos muy pobres y en mi humilde rancho la única forma de acompañar los fríjoles es con un pedazo de carne que consigo en el monte cuando salgo de cacería.
Me voy con mi escopeta, paso varios días de penalidades, arriesgándome con los peligros del monte, esquivando víboras y animales salvajes, soportar la terrible comezón que me producen las garrapatas, los piquetes de mosquitos, aguantar el frío de las noches que se mete hasta los huesos.
Luego, por fin, si la suerte me socorre, logro cazar un venado; pero aún así, tengo que cargarlo a mis espaldas todo el largo camino de regreso al pueblo y subir la cuesta de la loma hasta llegar a mi casa.

Todavía no termino de llegar, cuando aparece mi señora con el cuchillo en la mano e inmediatamente empieza a repartir el venado entre los vecinos y sus familiares. Que una pierna pa'doña Juana, que otra para doña Cleo, que este lomito pa'mi mamá, que las costillitas pa'mi hermana, que esto pa'llá y a los dos o tres días de nuevo sin nada que comer el tonto, otra vez de cacería. Pero ya me cansé y esta noche la desaparezco.

El compadre después de meditar un momento, le dió la solución: Invite a su mujer a cargar el venado.

-¡¿Qué?!

- Sí llévese la comadre de cacería, no le diga las penurias que pasa para llevar el venado a casa. No le hable de los caminos empredrados, ni los mosquitos, ni los peligros, ni del frío.
Invítela a la cacería para que disfruten juntos de los bellos paisajes, del esplendor de las estrellas que cobijan la noche, de los manantiales cristalinos que reflejarían románticamente sus imágenes, de la graciosa manera en que caminan los venados, como si fueran bailarines de ballet; del dulce canto de los grillos y pájaros silvestres ... en fin, píntele bonita la cosa.

El compadre siguió el consejo y por su puesto la convenció. Ella, entusiasmada fue con falda larga hasta el tobillo, que poco a poco se le desgarraba con las púas en el camino; la blusa le quedó toda dañada, los zapatos se le rompieron por las piedras y las espinas la hicieron sangrar. El cabello se le maltrato: le quedó tieso como estropajo. Se le pegaron por todas partes garrapatas y bichos. Las manos llenas de ampollas y llagas que se le hicieron al abrirse paso entre el espeso monte y estuvo a punto de sufrir un infarto al toparse con una enorme víbora. Por fin, después de tantos martirios encontraron un venado.

El hombre sigiloso se acerco a su presa, localizó el blanco justo para liquidar al escurridizo animal; con agilidad pasmosa disparó y el venado cayó muerto. La mujer no cabía de júbilo pensando en que su sufrimiento había terminado, pero no era así.

- Ahora mi amor, quiero que cargues el venado para que veas lo bonito que se siente, le dijo el hombre masticando con una expresión rabiosa cada una de sus palabras. La mujer casi se desmaya ante la mirada asesina de su marido, pero ante la desesperación por regresar a sus casa, ni para protestar, cargó el venado en su espalda hasta su casa. Casi muerta con las piernas temblando, jadeando y a punto de reventarle el corazón; llegó y tiró el animal en la sala de su casa. Sus hijos y vecinos salieron a recibir a la pareja de cazadores y acostumbrados a la repartición, gritaron con alegría: - ¡¡¡ Vamos a repartir el venado!!!

La mujer tirada en el piso, hizo un esfuerzo sobrehumano para levantar la cabeza y con los ojos inyectados de sangre, volteó a los vecinos y agarrando aire hasta por las orejas, les gritó: - ¡¡¡ El que me toque ese venado, lo mato!!!

REFLEXIÓN
Para valorar el esfuerzo ajeno y respetar la real dimensión del trabajo de los demás, todos debemos aprender a "cargar el venado".
Muchos tienen riquezas, empresas y comodidades porque durante años cargaron muchos venados para llegar donde están ahora ... Y muchos otros, como la comadre del cuento siempre esperan cual hienas a que llegue el familiar, el vecino, el amigo, el conocido o hasta el desconocido con el venado a cuestas para caerle y desgarrarlo, sin importar el esfuerzo que les ha costado conseguirlo.
La experiencia adquirida con el paso de los años nos ha enseñado. Que sólo se valora aquello que se ha adquirido, como resultado de nuestro arduo trabajo, que sólo cuidamos aquello que nos ha costado esfuerzo, sudor sacrificio y hasta lágrimas.

domingo, 8 de enero de 2012

viernes, 6 de enero de 2012