viernes, 27 de marzo de 2009

Las 7 Maravillas del Mundo

A un grupo de estudiantes de escuela primaria se les pidió que listaran lo que ellos pensaban eran las “7 Maravillas del Mundo moderno o actuales”. A pesar de ciertas diferencias, las siguientes fueron las que más votos recibieron:

1.- Las Pirámides de Egipto

2.- El Taj Mahal

3.- El Gran Cañón de Colorado

4.- El Canal de Panamá

5.- El Edificio Empire State

6.- La Basílica de San Pedro

7.- La Gran Muralla China

Mientras contaba los votos, la maestra notó que había una niña que no había terminado de listar sus sugerencias.

Así que le preguntó si estaba teniendo problemas con su lista, a lo que la niña respondió: “Si, un poquito. No puedo terminar de decidirme, pues hay muchas.”

La maestra entonces le dijo:

“Bueno, léenos lo que tienes hasta ahora y a lo mejor te podemos ayudar”.

La niña lo pensó un instante, pero luego leyó:

“Yo pienso que las siete Maravillas del Mundo” son:

1.- Poder ver...

2.- Poder oir...

3.- Poder tocar...

4.- Poder probar...

5.- Poder sentir...

6.- Poder reir...

7.- Poder amar.”

El salón se silenció a tal punto que si se hubiera caído un alfiler, se hubiera escuchado.

Las cosas simples y ordinarias y que nosotros tomamos como triviales, son sencillamente maravillosas.

Las cosas mas preciadas de la vida no se pueden construir con la mano ni se pueden comprar con dinero.

lunes, 23 de marzo de 2009

Las Sábanas Sucias

Una pareja de recién casados, se mudó para un barrio muy tranquilo. En la primera mañana en la casa, mientras tomaba café, la mujer reparó a través de la ventana, que una vecina colgaba sábanas en el tendedero.
-¡Que sábanas tan sucias cuelga la vecina en el tendedero...! Quizás necesita un jabón nuevo... ¡Ojala pudiera ayudarla a lavar las sábanas!

El marido miró y quedó callado. Y así, cada dos o tres días, la mujer repetía su discurso, mientras la vecina tendía sus ropas al sol y el viento.

Al mes, la mujer se sorprendió al ver a la vecina tendiendo las sábanas limpiecitas, y dijo al marido:
-¡Mira, ella aprendió a lavar la ropa! ¿Le enseñaría otra vecina?

El marido le respondió:
-¡No, hoy me levanté más temprano y lavé los vidrios de nuestra ventana!

Y la vida es así, todo depende de la limpieza de la ventana, a través de la cual observamos los hechos.

Antes de criticar, quizás sería conveniente verificar si hemos limpiado el corazón para poder ver más claro. Entonces podremos ver claramente la limpieza del corazón de los demás.

domingo, 22 de marzo de 2009

Un dólar con diez y once centavos

Una pequeña niña fue a su habitación y sacó un frasco que estaba escondido en su closet.

Esparció su contenido en el suelo y contó con cuidado. Tres veces, incluso. El total fue contado a la perfección. No había cabida a errores.

Con cuidado regresó las monedas al frasco y cerrando la tapadera, ella salió sigilosamente por la puerta trasera y caminó 6 cuadras hasta la Farmacia de Rexall, que tenía un gran signo de jefe indio sobre la puerta.

Ella esperó pacientemente a que el farmacéutico le prestara atención, pero estaba muy ocupado por el momento.

Tere movió sus pies para que rechinaran sus zapatos. Nada. Se aclaró la garganta lo mas fuerte que pudo. No sirvió de nada, finalmente tomó 25 centavos del frasco y tocó en el mostrador de cristal. Con eso fue suficiente!

'¿Y qué es lo que quieres?' le preguntó el farmacéutico con tono de disgusto en la voz. Estoy hablando con mi hermano que viene de Chicago y no lo he visto en años, le dijo el farmacéutico.

'Bueno, quiero hablarle acerca de mi hermano' , Tere le contestó con el mismo tono de impaciencia. ' El está realmente muy, muy enfermo . . . y quiero comprar un milagro'.

'Perdón?' dijo el farmacéutico.

'Su nombre es Andrés y algo malo ha estado creciendo en su cabeza y mi papi dice que solo un milagro puede salvarlo, ahora dígame, cuánto cuesta un milagro'.

'Nosotros no vendemos milagros aquí, chiquita. Lo siento pero no puedo ayudarte', dijo el farmacéutico, con voz suave.

Oiga, tengo dinero para pagarlo. Si no es suficiente, conseguiré lo que falte. Solo dígame cuánto cuesta'.

El hermano del farmacéutico que era un hombre muy bien vestido. Intervino y le preguntó a la niñita, '¿Qué clase de milagro necesita tu hermano?'

'No sé', replicó Tere, con los ojos muy abiertos. 'Yo solo se que está muy enfermo y mami dice que necesita una operación. Pero mi papi no puede pagarla, por eso quiero usar mi dinero'.

'¿Cuánto tienes?', le preguntó el hombre de Chicago.

'Un dólar con diez y once centavos ' , contestó Tere, apenas audible. 'Y ese es todo el dinero que tengo, pero puedo conseguir más si es necesario'.

'Bueno, que coincidencia', sonrió el hombre. 'Un dólar y once centavos---el precio exacto de un milagro para los hermanitos'.

El tomó el dinero en sus manos y con la otra sostuvo su manita enguantada y dijo 'Lleváme a donde vives. Quiero ver a tu hermano y conocer a tus padres. Veamos si tengo el milagro que necesitas'.

Ese hombre bien vestido era el Dr. Carlton Armstrong, un cirujano especializado en neuro-cirujía. La operacion fue completamente gratis y sin cargo alguno por su estancia en el hospital, hasta que Andrés regreso sano a casa.

Mami y papi comentaron felices de la cadena de eventos que les trajo a todo esto.

'Esa cirujía', susurraba su madre, 'fue un milagro real. Ya me imagino ¿cuánto podría costar?'.

Tere sonrió. Ella sabía exactamente cuanto cuesta un milagro . . . un dólar con once centavos . . . más la fe de una chiquilla.

En nuestras vidas nunca sabemos cuantos milagros vamos a necesitar. Un milagro no es la suspensión de una ley natural sino la implementación de una ley superior.

sábado, 21 de marzo de 2009

El breve espacio en que no estás

Decidí Triunfar

DESPUÉS DE ESPERAR TANTO, UN DÍA COMO CUALQUIER OTRO DECIDÍ TRIUNFAR!!!

Decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas,
Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución,
Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis,
Decidí ver cada noche como un misterio a resolver,
Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.

Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos,
Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar,
Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui,
Me dejó de importar quién ganara o perdiera, ahora me importa simplemente ser mejor que ayer.
Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir hacia ella.
Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo".
Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, "el amor es una filosofía de vida".

Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente.
Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás, de tu prójimo.

AQUEL DÍA DECIDÍ CAMBIAR TANTAS COSAS...
Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar.... Ahora simplemente duermo para soñar!!!

domingo, 8 de marzo de 2009

Hombres en la Ventana

Dos hombres, ambos muy enfermos, ocupaban la misma habitación de un hospital.
A uno se le permitía sentarse en su cama cada tarde, durante una hora, para ayudarle a drenar el líquido de sus pulmones. Su cama daba a la única ventana de la habitación.
El otro hombre tenia que estar todo el tiempo boca arriba.
Los dos charlaban durante horas.
Hablaban de sus mujeres y sus familias, sus hogares, sus trabajos, su estancia en el servicio militar, donde habían estado de vacaciones.
Y cada tarde, cuando el hombre de la cama junto a la ventana podía sentarse, pasaba el tiempo describiendo a su vecino todas las cosas que podía ver desde la ventana.
El hombre de la otra cama empezó a desear que llegaran esas horas, en que su mundo se ensanchaba y cobraba vida con todas las actividades, colores del mundo exterior.

La ventana daba a un parque con un precioso lago. Patos y cisnes jugaban en el agua, mientras los niños lo hacían con sus cometas. Los jóvenes enamorados paseaban de la mano, entre flores de todos los colores del arco iris. Grandes árboles adornaban el paisaje, y se podía ver en la distancia una bella vista de la línea de la ciudad.
El hombre de la ventana describía todo esto con un detalle exquisito, el del otro lado de la habitación cerraba los ojos e imaginaba la idílica escena.
Una tarde calurosa, el hombre de la ventana describió un desfile que estaba pasando.
Aunque el otro hombre no podía oír a la banda, podía verlo, con los ojos de su mente, exactamente como lo describía el hombre de la ventana con sus mágicas palabras.

Pasaron días y semanas.
Una mañana, la enfermera de día entró con el agua para bañarles, encontrándose el cuerpo sin vida del hombre de la ventana, que había muerto plácidamente mientras dormía. Se llenó de pesar y llamó a los ayudantes del hospital, para llevarse el cuerpo.
Tan pronto como lo consideró apropiado, el otro hombre pidió ser trasladado a la cama al lado de la ventana. La enfermera le cambió encantada y, tras asegurarse de que estaba cómodo, salió de la habitación. Lentamente, y con dificultad, el hombre se irguió sobre el codo, para lanzar su primera mirada al mundo exterior; por fin tendría la alegría de verlo el mismo. Se esforzó para girarse despacio y mirar por la ventana al lado de la cama... y se encontró con una pared blanca. El hombre preguntó a la enfermera que podría haber motivado a su compañero muerto para describir cosas tan maravillosas a través de la ventana.

La enfermera le dijo que el hombre era ciego y que no habría podido ver ni la pared, y le indico: "Quizás sólo quería animarle a usted"


Es una tremenda felicidad el hacer feliz a los demás, sea cual sea la propia situación.

El dolor compartido es la mitad de pena, pero la felicidad, cuando se comparte, es doble.

Si quiere sentirse rico, solo cuente todas las cosas que tiene y que el dinero no puede comprar.

"Hoy es un regalo, por eso se le llama el presente"